Fuentes coruñesas

Hoy quiero llamar la atención acerca de cómo están nuestras fuentes públicas, aquellas que resisten el paso del tiempo y nadie se acuerda de ellas, salvo en alguna ocasión, con motivo de alzar la voz la ciudadanía debido al escaso cuidado que se tiene de ellas, las cuales son mudos testigos de otros tiempos en los que la ciudad carecía de agua corriente, como hoy la conocemos y la había que acarrear desde la fuente a la casa de cada cual, para todos los quehaceres domésticos, sin excepción alguna, el desarrollo no, vino solo, sino acompañado de una sociedad carente de toda la comodidad de la que ahora disfruta la presente sociedad.

 

De modo que debemos respetar aquellas y ponerlas en valor por parte de las autoridades municipales, para que se respete el legado de nuestros mayores, quienes en muchas ocasiones han tenido que ir a por agua a alguna fuente, en el desarrollo de su vida.

 

Hace unos días, los vecinos de San Amaro, protestaban con razón en que, defendían el lugar donde antaño. se levantaba la fuente del “Picho” y hoy se pretende levantar una urbanización o unos bloques de viviendas, estas se pueden hacer y a su vez instalar la antigua fuente en su lugar como recuerdo de lo que ha sido, la cual se situaba junto a una ermita, cuyas obras las llevó a cabo el arquitecto municipal José María de Noya y ascienden en el año 1834 a algo más de 1.221 reales de vellón y dar agua a los vecinos de aquella zona tan necesitada.

 

En el tiempo casi todas las fuentes de la ciudad han desaparecido, salvo las históricas, como son La de la Fama, precisa de arreglos y colocar la trompetilla, que algún desaprensivo se llevó en el año 2014. Lo mismo acontece con la de Neptuno, que, pese haber sido restaurada hace algún tiempo, muestra síntomas de una reforma integral, incluido su estanque, quien muestra en su escudo la antigua Torre de Hércules, reformada por el Duque de Uceda en 1684. La del Deseo, en la Plaza de Azcarraga, antigua Plaza de la Harina, también precisa de reparos en su conjunto.

 

No digamos, las que se fueron añadiendo al paisaje urbano, que son fuentes-estanques y que precisan de un mantenimiento, para que luzcan en todo su esplendor para el que fueron puestas en su lugar y que dejan mucho que desear a la vista del observador. Al igual que el histórico poza de agua del Convento de San Francisco, situada en el parque de Maestranza, que necesita una reforma y una limpieza integral, donde a duras penas, se puede ver en su fondo como hay agua en el mismo y data del siglo XIV ó incluso antes.

 

En definitiva, las fuentes de la ciudad coruñesa. Pese a ser un modelo de la cultura del agua de una época pasada, sobreviven malamente y con castigo. Haber, si el Ayuntamiento, se pone las pilas y actúa sobre un bien social de memoria en nuestros antepasados.

Fuentes coruñesas

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