Ya solo quedan los ‘barones’

Durante años, me divertía preguntándole a Alberto Núñez Feijoo acerca de si finalmente iba a dar el paso ‘y cruzar el Miño’, naturalmente para hacerse cargo del PP nacional. Y él me respondía a lo que ya era una broma ‘haciéndose el gallego’; ambos reíamos y a otra cosa. Pienso que en algún momento estuvo a punto de dar el paso. Sigo sin saber por qué, a última horase quedó allá, en su feudo del Noroeste, sin querer ‘bajar a Madrid’. Ahora le vuelven a empujar, ante una crisis en el PP mucho mayor que la de entonces. 


Ahora no hay primarias que valgan, por mucho que en los sondeos arrase una ‘combatiente’ frente al otro.

Que no me urdan cuentos chinos sobre una comisión del hermano de Isabel Díaz Ayuso a cuenta de unas mascarillas chinas para explicar el origen del conflicto fratricida entre la presidenta de la Comunidad madrileña y la dirección nacional del PP, representada por Casado y por el muy contestado secretario general del partido, Teodoro García Egea, cuya cabeza piden algunos. Pero claro que no lo es: puedo asegurar que, horas antes del estallido periodístico que hablaba de espionaje desde el PP al entorno de Díaz Ayuso etcétera, García Egea no tenía la menor idea de lo que venía. Seguro que la filtración periodística no fue suya, ni de La Moncloa ni, probablemente, de Génova. Lo del ‘hermanísimo’, una comisión de cincuenta mil euros, no es más que el reflejo que distorsiona el tema real, una disyuntiva que va a ser clave incluso para la gobernación de la nación: si el PP acabará en una coalición nacional con su derecha, es decir, con Vox, o no. Y no es un tema baladí.


El entorno de Díaz Ayuso es proclive a ese entendimiento con la formación ‘populista’ de Abascal. La dirección de Génova es contraria. Y eso incluye a los ‘barones’. Me parece que Juan Manuel Moreno en Sevilla y el propio Núñez Feijoo en Santiago, o Puras en Murcia, comparten la perplejidad y, claro, la preocupación. ¿No hay, de veras, solución para el PP sin Vox?


En ellos, en los barones, que tienen tras de sí votos y una gestión en general coherente, está la solución, pase por un congreso extraordinario o por un ‘golpe de Estado’, tampoco descartable y que, acaso, puede no ser lo peor que le ocurra a la formación. Lo más lógico, tras tantos desaciertos, sería que murieran los dos, para dar paso a una ‘tercera vía’ que incluyera a Ciudadanos o a quien quiera que pueda representar el centrismo en este país nuestro. O sea, un Feijóo, como en los viejos tiempos, apoyado por los ‘barones territoriales’. Yo creo que el líder gallego esta vez no va a poder zafarse.


Significativo que esta ‘guerra del contrato del hermano’ acapare todas las portadas, ocupando mucho más espacio que cuestiones internacionales tan importantes como Ucrania. Pero no cabe ahora hacer malos chistes acerca de si en el PP ‘hay armas nucleares y en Ucrania no’. Menos coñas: creo que, a este paso, el principal partido de oposición corre el riesgo de caer en la irrelevancia Ni puedo imaginar cuánta intención de voto habrá perdido estos días el PP. Pero sí imagino en favor de quién la ha perdido. Y en esas escaramuzas quien emerge como vencedor es un caudillo que arrasa con todo, y ya saben a quién me refiero.

Ya solo quedan los ‘barones’

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