Reportaje | El hombre de las catástrofes

Carlos García Touriñán (en el centro), en La Coraza, en 2012, supervisando el dispositivo durante la tragedia del Orzán

Este lunes se han cumplido 25 años desde que el Ayuntamiento creó la figura del coordinador de emergencias y catástrofes. La ciudad acababa de vivir el derrumbe del vertedero de Bens y el naufragio del ‘Mar Egeo’ y demandaba una respuesta más ágil ante eventos graves en una ciudad que hasta ese momento, se había sentido a salvo de las tragedias que sacudían rutinariamente el resto del mundo. La responsabilidad recayó, a través de un concurso-oposición en Carlos García Touriñán (A Coruña, 1959) y aún sigue siendo así, para tranquilidad de muchos.
 

Bombero de profesión, al igual que su padre, en 1982 entró en el parque y fue ascendiendo por méritos poco a poco. Ya era sargento cuando consiguió sacarse el título de Derecho por la UNED y ayudó a fundar la Agrupación de Protección Civil. Luego se convirtió en jefe de Bomberos y de Protección Civil y estuvo al frente del dispositivo más prolongado que ha vivido jamás la ciudad: el derrumbe del vertedero de Bens el 10 de septiembre de 1996. En enero de 2013 fue nombrado director de Seguridad Ciudadana. 
 

Durante este cuarto de siglo, Touriñán se ha convertido en una figura imprescindible no solo en las emergencias, sino también en los dispositivos que las previenen. Tremendamente competente y de trato fácil,  pasar por ser uno de los funcionarios de mayor prestigio de la Administración municipal y él mismo se considera (lo dice a menudo) “de la casa”. Esto le ha permitido ocupar puestos de responsabilidad en los diferentes gobiernos locales, sin importar su color político: PSOE, PP o Marea.
 

Insomne 

Solo este hecho ya habla a las claras de su labor, tanto como las declaraciones de los bomberos, muchos de los cuales han trabajando con él durante toda su vida profesional. Todos comentan su energía, que raya la hiperactividad. “Lo de dormir no lo lleva muy bien. No para. Puedes llamarlo a cualquier hora del día y casi de la noche, sabes que está ahí”, comenta Víctor Sánchez
 

Este veterano ha sido testigo de su ascenso: “Es un referente, no solo a nivel Galicia, sino casi mundial, estuve en playas con él, y recuerdo que él sabía donde meter a toda persona, que todo el mundo estuviese contento. Si uno tenía una limitación con otra cosa, sabía decírselo y que fuese contento. Tiene una forma de dirigir... Sabe lidiar muy bien con los problemas”.
 

La gran actividad que despliega a diario es llamativa, incluso para los que lo conocen. El cabo José Luis Costoya lo confirma: “Es una persona asombrosa. A veces lo ves por el parque, tratas de hablar con él, y no hay forma. Está con un teléfono y luego con otro.  Es eléctrico, anda de un lado para otro”. 

 

Siempre fue así, y recuerda haberlo visto camino de la UNED, repasando mientras caminaba. Costoya valora que haya ascendido desde lo más básico. “Se nota cuando un jefe sale de abajo porque entiende los problemas económicos y de material que podemos tener”. De hecho, Touriñán es uno de los responsables del excelente equipamiento del Parque de Bomberos, gracias a que se encarga de los trámites para obtener las subvenciones de las compañías de seguros a través de la asociación que las representa, Unespa. 

 

“Todas las mañanas viene a hacer un poco de ejercicio en el gimnasio, y siempre tiene un momento para la gente. No dice nunca que no y no ha dejado de ser bombero”, comenta el cabo José Rama, que sospecha que Touriñán echa de menos la acción: “A veces estás trabajando en un incendio y aparece con cualquier excusa, como traer una herramienta, para  echar un vistazo”. 
 

Policía y Protección Civil

Touriñán coordina la Policía Local y Protección Civil, además de los Bomberos. Quizá los agentes municipales son los que menos le conocen. Manuel Aceña, motorista del 092 que le conoce bien, asegura que “siempre está pendiente de todo”. Y Manuel Freire, presidente de la asociación profesional de la Policía Local, destaca su carácter afable.
 

Federico de la Fuente, uno de los más antiguos voluntarios de Protección Civil, se precia de conocerlo bien, después de años de amistad. “Si se puede decir algo malo de él, es que le cuesta dar un tirón de orejas a la gente cuando se lo merece. Incluso yo me lo he merecido a veces, pero él no es así”. 

 

Touriñán destaca porque no solo es un hombre de acción, con experiencia en el escenario de las emergencias, sino también la gestión”. Ana María Ares, presidente de la agrupación, lo confirma: “Mi primer día, cuando vine a apuntarme, él salía de un despacho diciendo por teléfono ‘¡No hay dinero, no hay dinero!’ porque no le cuadraban las cuentas. Llevo aquí 22 años y es una persona que no para, no para”.
 

Según Ares, Touriñán es el mayor referente de la ciudad en el campo de las emergencias y le preocupa el futuro. “Cuando se jubile ¿qué vamos a hacer? Lo tiene más que merecido, pero debería seguir en activo”. Para muchos, la simple idea de que se marche es una catástrofe.

Reportaje | El hombre de las catástrofes

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