Disfraz de la victoria

Galán, pugnando por un balón aéreo durante el choque ante el Coruxo | alfaquí

El Carnaval siempre ha sido un tiempo de excesos, de mostrar una cara distinta, de disfrazarnos de todo aquello que deseríamos ser y convertirnos en ello, al menos por un día.


Eso es precisamente a lo que aspira esta tarde a las 17 horas ante el Guijuelo el Deportivo: disfrazarse de victoria, de triunfo y conseguir los tres puntos que se le resisten desde hace siete jornadas.


La última vez que los coruñeses sumaron de tres fue el pasado 29 de noviembre, en la victoria en el feudo herculino ante el Racing de Ferrol en la sexta jornada. Desde entonces todo han sido penurias en un Deportivo que necesita ganar, no solo a nivel clasificatorio sino también emocional.


Refuerzo positivo

Un empujón positivo y una forma de reafirmar el trabajo realizado hasta este momento por una plantilla que, según admitió el técnico Rubén de la Barrera, merece el premio al esfuerzo que realiza durante toda la semana.


Un regalo también para una afición que el técnico reconocía que no tenía nada tangible a lo que agarrarse debido a la mala racha del equipo. Todo esto en medio de una nueva semana convulsa, otra vez en los despachos, con el obligado cese del anterior Consejo de Administración, encabezado por Fernando Vidal.


Demasiado ruido de fondo para una plantilla que ha decidido cerrarse en sí misma y centrarse en aquello que puede controlar, que es el rectángulo verde, y no despistarse en cuestiones que escapan a su control y competencias.


Un partido trascendental, como ya lo había sido el del Coruxo, para un Deportivo en el que solo se han quedado fuera de la lista los fabrilistas Pablo Brea y Adri Castro.


El retorno de Lucho García ha sido una de las buenas noticias de la semana, así como la convocatoria de un Keko Gontán que tuvo que realizar trabajo específico durante la semana y que finalmente, salvo que sus sensaciones aconsejen lo contrario, será titular en la contienda de esta tarde.


De cara al choque ante el conjunto guijuelense De la Barrera probó ayer en el último ensayo un once con Carlos Abad en la portería, línea de cuatro con Valín y Héctor Hernández por la banda derecha e izquierda, respectivamente, y como pareja de centrales Borja Granero y la novedad de Derik Osede, que ocuparía el puesto en el que habitualmente ejerce Mujaid Sadick.


En la medular trivote, con Diego Villares, de los mejores saliendo desde el banquillo en la derrota en O Vao, Uche Agbo y Celso Borges.


Por delante, una nueva línea de tres con Keko Gontán por la derecha, Raí Nascimento por la izquierda y arriba la referencia ofensiva Claudio Beauvue, que regresa a la convocatoria después de ser uno de los descartes contra el Coruxo, y que entraría en sustitución de Adri Castro. En el banquillo quedarían opciones para la delantera como Miku y el fabrilista Rayco, que fue otra de las notas positivas de O Vao y dejó destellos de su calidad, ya exhibida en el Fabril.


Todos disponibles para un partido marcado de nuevo por la falta de aliento del público herculino en las gradas, que en otros momentos teñía de color el estadio con sus atuendos festivos, típicos de estas fechas. El disfraz de la victoria es el que el Depor necesita.

Disfraz de la victoria

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