El ministro de Seguridad Social presentó a los representantes de los autónomos el nuevo sistema por el que el Gobierno quiere que éstos coticen. Dejando a un lado la falta de respeto cometida por el ministro en esa presentación, en la que no se les entregó ningún papel, aunque nada más acabar la reunión la documentación apareciera en la Cadena Ser, se confirma el atraco que se perpetra contra los autónomos. La idea de Escrivá viene de lejos, por más que ahora hayan adquirido el compromiso con Bruselas a cuenta de los fondos europeos. La pretensión de que los autónomos coticen por los ingresos reales no sólo es injusto, abusivo y confiscatorio es que además llega en el peor momento. Si, finalmente, la propuesta gubernamental sale adelante entraría en vigor en 2023, cuando difícilmente cientos de miles de autónomos habrán recuperado su actividad.
Decía bastante enfadado Lorenzo Amor que esta propuesta demuestra el desconocimiento que tienen en el Gobierno sobre los autónomos, su lucha diaria para salir adelante, la burocracia a la que se enfrentan o las injusticias y persecución que contra ellos comete Hacienda. La clave del atraco es la incorporación del concepto de ingresos reales, cuando muchos autónomos no pueden deducirse gastos, aunque sean necesarios. Por ello, más de 2 millones de autónomos se verán afectados por esta reforma. De hecho, todos los que ingresen más de 1.220 euros mensuales. Incluso los que no tengan ingresos tendrán que pagar cuota a la Seguridad Social.
La cuestión ya no es, como nos han vendido, que salimos más fuertes o que nadie va a quedar atrás y que todo lo van a pagar los ricos es que con medidas tan injustas como esta y en un momento tan delicado no haya nadie medianamente sensato en ese macro gobierno que ponga pie en pared. Llevamos dos años desastrosos con la actividad económica por los suelos, con millones de trabajadores en ERTE, centenares de miles de autónomos en cese de actividad, la inflación desbocada y con los precios de la energía por las nubes y a este Gobierno sólo se ocurre subir impuestos y cotizaciones. Podría alegarse que toda la acción gubernamental está plagada de ideología, pero hay que atreverse a decir que también de pésima gestión y hay muchas pruebas de ello. La más llamativa, la que se está haciendo con los fondos europeos, dedicando millones de euros a propaganda y a zarandajas que nada tienen que ver con la modernización, el relanzamiento de la actividad y la ayuda a los sectores vitales para la economía y que apenas han visto un euro. Eso sin contar que vuelven a dar a los sindicatos el poder de negociar los salarios y que se vuelve a poner encima de la mesa otra subida del SMI y de más impuestos.