Galicia, la gran olvidada

Ahora que se habla tanto de algunos gobernantes, como auténticos héroes o salvadores de la patria, tendríamos que pensar un poco sobre lo que han significado los cuarenta años de gobierno monocolor, muchos de ellos con mayorías absolutas, para la tierra gallega.

Utilizando la retranca gallega podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que éstos cuarenta años de buenos gestores y gobernantes han convertido a Galicia en una de las Comunidades Autónomas más industriales, con más empleos, con mejores salarios, con menos corrupción y con menos emigrantes de España. Se ajusta esto a la realidad?.

Una sociedad envejecida, con más pensionistas y jubilados que personas en activo, con escasa actividad industrial, con pérdida de un importante número del sector primario como la ganadería y la agricultura. La pesca de bajura de capa caída y con muchas dificultades para la pesca de altura que depende de las empresas mixtas y de las licencias de pesca. Una Comunidad precariamente comunicada con el resto de España.

Galicia ha sido y es la gran olvidada por las diferentes autoridades, tanto gallegas como españolas, a pesar de tener muchos y variados gobernantes nacidos en ésta tierra. Muchos han utilizado el poder político y sus cargos electos, muy lícito por otra parte, para catapultarse a la política nacional. Hablando siempre de Galicia, incluso emocionándose, para luego poder pasar sus días de ocio o descanso, mientras las inversiones se marchaban para otros lugres de España.

Galicia no puede seguir siendo la cenicienta del país. No sólo es un buen lugar para visitar o disfrutar del clima, del paisaje o de la excelente gastronomía. Tiene que ser un lugar donde poder trabajar con salarios dignos y buenas condiciones laborales. Los jóvenes siguen saliendo de la tierra en la que nacieron por falta de oportunidades y eso es una responsabilidad política.