Martín Rodríguez Garaboa (17 de agosto de 1994, A Coruña) es el portero suplente del Deportivo Liceo, un “puesto particular”, reconoce él mismo, que en cinco temporadas con el primer equipo cuenta sus actuaciones con los dedos de las dos manos. El sábado se enteró de que le tocaba defender la meta liceísta cuando vio las guardas de Carles Grau en el vestuario. El titular no viajó a Alcoi por un problema familiar.
“Me toca dar la cara cuando no está Carlitos y, a pesar de la derrota, estoy contento”, declara Martín, que antes de saltar a la pista se preparó a conciencia. “Cuando me dijeron que iba a jugar me lo tomé un poco más en serio, volví a ver otro vídeo del rival y a darle una vuelta más a todo, algo en lo que no me paro tanto cuando no me toca jugar”, reconoce.
El coruñés sintió “mucho apoyo” del cuerpo técnico y sus compañeros, incluso cuando el Alcoi remontó el 0-2 inicial con tres goles antes del descanso. “Eché en falta esa tensión y ritmo de partido que tienes cuando juegas cada fin de semana. Es cierto que con el equipazo que tenemos entrenamos a un nivel muy alto, pero no es lo mismo”, asume.
Martín agradece el ambiente que se vivió en el polideportivo Francisco Laporta. “Al principio del partido parecía que no había entrado tanta gente en el pabellón, pero cuando se ajustó el marcador el público sí que apretó. Es algo que me gusta, un plus”, reconoce el liceísta, que cree que su equipo mereció algo más.
“El Alcoi tiene todo el mérito del mundo y Guiri (portero local) hizo un partido espectacular, pero creo que pudimos haber acabado por encima. Nos faltó ese punto de definición de cara a la portería rival, nada que no se pueda solucionar”, confía el guardameta, que le quita hierro a la derrota.
Futuro
Me sentaría a escuchar ofertas, pero me costaría mucho irme de aquí
“Perder siempre fastidia, pero no nos vamos con una espina ni con la liga perdida porque todavía tenemos los ‘playoffs’ por delante. Es un formato muchísimo más vistoso y que nos da un punto más para optar al título que, de la otra forma, sería mucho más difícil. Pero no solo a nosotros, también al resto: el Reus, el Noia y el Lleida tienen auténticos equipazos”, analiza Rodríguez Garaboa.
Y es que el Liceo le tiene tomada la medida al Barça después de ganar en tres de los últimos cuatro duelos directos, las finales de la Copa del Rey y la Supercopa en 2021 y el reciente Clásico en Riazor. “Antes mirábamos al Barça desde abajo y ahora lo hacemos de tú a tú”, se felicita.
El portero, que empezó a patinar a los cinco años, pasó por todas las categorías inferiores del Liceo antes de marcharse al Cerceda como juvenil. De la mano de Juan Copa debutó en la OK Liga y, tras un año en el Alcobendas, regresó a casa.
“He mamado el Liceo desde pequeño y estoy muy orgulloso del escudo que llevo en el pecho. Ojalá hubiera sido titular, pero cuando vine aquí ya sabía cuál era mi sitio y me considero un afortunado por compartir entrenamientos y momentos con dos de los mejores del mundo como Mali (Xavi Malián, ahora en el Porto) y Carles (Grau)”, se sincera.
El coruñés tuvo la suerte de aprender con leyendas de la portería liceísta: “Los equipos de la base se centran más en los sistemas, la técnica individual y a los porteros siempre se les deja a un lado… pero yo tuve mucha suerte: me entrenaron Ramón Canalda, José Luis Huelves, Neto (Martín Barrós), José Ares...”
Y el ‘88’ del Liceo sigue la estela de sus ídolos y, un día a la semana, entrena a un grupo de porteros de la cantera verdiblanca: “Creo que es algo importante para ellos y siempre me gustó, aunque me encantaría poder dedicarles más tiempo”.
No es tiempo lo que le sobra a Martín, que compagina los entrenamientos y viajes del Deportivo Liceo con las oposiciones para la Policía Nacional y sus estudios de Derecho. “Me sentaría a escuchar ofertas, aunque fuese de un equipo más pequeño, pero me costaría mucho irme porque aquí estoy muy cómodo”, reconoce.