Los vecinos del Barrio de las Flores salieron con una sensación agridulce de su esperada reunión con la concejalía de Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad, a la que acudió su máximo responsable, el concejal Francisco Díaz Gallego. Así, a pesar de conseguir el visto bueno para algunas de sus reivindicaciones, la sensación es que una de las más recurrentes, la que hace referencia a las zonas verdes, cayó de nuevo en saco roto.
Cansados de ver cómo la vegetación le gana terreno a las zonas de tránsito, los representantes vecinales han decidido armarse, literalmente, con utensilios de jardinería para comenzar una poda popular. De momento se trata de un llamamiento con convocatoria formal a través de las redes, tal y como afirma la presidenta, Caluxa Barrientos. “En su día ya conseguimos entre todos echar del chalé a unos okupas, y ahora ya tenemos a 19 voluntarios a sumarse a la poda, parece que se consigue más por las malas”. Sin fecha concreta todavía, la intención es que la iniciativa popular pueda ser ya una realidad la semana que viene. “Nos dijeron que solamente tienen dos jardineros disponibles y que no depende de ellos”, dice la dirigente vecinal.Entendimiento y discordia
No fueron las zonas verdes los únicos puntos de discusión entre la concejalía encabezada por Díaz Gallego y los representantes del barrio, que apuntan a “palabras muy bonitas” por parte del Gobierno local. Habrá una actuación sobre los pasos de peatones de las calles de Petunias, Camelias, Margaritas y en la plaza de los Fresnos, donde los vecinos pidieron rebajar la altura de los bordillos debido a las barreras arquitectónicas que suponen para personas con movilidad reducida.
Menos entendimiento hubo a la hora de arreglar la iluminación de los bloques 34, 35 y 38. “El Ayuntamiento dice que es responsabilidad de los vecinos”, comenta Barrientos, que pedirá el ARI de la Xunta (Área de Rehabiliación).