Un incremento de 2.500 parados aleja a la ciudad del positivismo de la EPA

La Encuesta de Población Activa que permitió ayer sacar pecho al Gobierno a nivel estatal dejó unos datos que invitan mucho menos al optimismo y a la celebración en el caso de A Coruña. Mismo color político, diferentes sensaciones para el segundo trimestre del 2022. Y es que, lejos de mejorar los resultados de comienzo de curso, la estadística sitúa a la ciudad en una poco honrosa segunda posición como referente del desempleo en Galicia, solamente superada por Ferrol. Respecto a enero, febrero y marzo hay 2.500 personas desempleadas más, mientras que el nivel de ocupación, por ende, también se ha visto castigado.


El hecho de que A Coruña sea la ciudad gallega con una tasa desempleo más preocupante es una tendencia que se ha mantenido constante en los últimos años, aunque ahora se acerca más a sus vecinas que a la ciudad departamental. Así, Ferrol alcanza el 17,2 por ciento de desempleo entre los mayores de 16 años, mientras que A Coruña se queda a cuatro puntos y se sitúa en un 13,2. Pontevedra, con un 12,6 por ciento; Vigo (11,8 por ciento); Lugo (11,7 por ciento) y Ourense (10,3 por ciento) y Santiago de Compostela presentan registros muy similares. Solamente Santiago de Compostela, con un 8,3 por ciento de desempleo es capaz de bajar la barrera psicológica del 10 por ciento, con unas circunstancias, eso sí, muy especiales debido a la celebración de buena parte de los actos del Xacobeo y el reclamo que supone para la hostelería.


El número de ocupados respecto a los 213.900 coruñeses mayores de 16 años es de 102.700, 300 menos que en el primer semestre del año. Curiosamente, no es directamente proporcional el crecimiento de los desempleados, que crecieron de los 13.100 del inicio del 2022 a los 15.600 que engordan el dato más negativo de los reflejados por la Encuesta de Población Activa.


Al menos, en lo que igualdad se refiere sí se puede decir que en A Coruña prácticamente no hay diferencias entre sexos, toda vez que el porcentaje de parados y personas activas alcanza casi la paridad entre hombres y mujeres, tanto para lo bueno como para lo malo. Especialmente parecido resulta en lo que a tasa de ocupación se refiere, con apenas 500 personas de diferencia.


No menos curiosa resulta la ligera pero significa variación en los ámbitos de empleo coruñeses. A pesar de los datos negativos en lo que a guarismos totales se refiere, el índice de emprendedores o empresarios ha mejorado desde los 14.300 a los 14.600. Es decir, 300 herculinos más cobran por cuenta propia.


La Administración pública tiene un total de 600 ocupados menos que en los primeros meses del 2022, mientras que el sector privado también ha perdido trabajadores.


Otra de las lecturas más positivas de la Encuesta de Población Activa sí conecta directamente con los datos nacionales, y apunta al número de trabajadores que pueden presumir de tener un contrato indefinido. El cambio es notable: se ha pasado de 68.900 contratos sin fecha de caducidad en el primer trimestre del año a 72.100 en el segundo, un incremento de casi 4.000 que afecta a la pérdida de incertidumbre de futuro. 

Un incremento de 2.500 parados aleja a la ciudad del positivismo de la EPA

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