El embajador de Filipinas en España, Philippe J. Lhuillier, comunicó a la familia de Diego Bello, el coruñés abatido a tiros por agentes filipinos en enero de 2020, que los tres policías sobre los que pesaba una orden judicial de arresto y prisión sin fianza por su asesinato se han entregado en dependencias policiales de Manila.
La orden de búsqueda y captura había sido cursada el 25 de marzo de 2022 y hasta el pasado 6 de febrero los ahora detenidos habían permanecido huidos de la Justicia, ya que las fuerzas policiales filipinas no habían sido capaces de localizarlos y detenerlos. El embajador filipino señala que los agentes se entregaron voluntariamente al grupo de Investigación Criminal de la PNP (Policía Nacional de Filipinas) y afirma que su esperanza es que “se haga justicia para Diego”.
La Justicia Filipina ha decretado además el traslado del expediente desde la isla de Siargao, donde ocurrieron los hechos, a Manila, alegando mayores medios para llevar a cabo el caso y evitar retrasos por cuestiones climatológicas y de falta de medios. El juzgado encargado del caso ordenó la entrada en prisión sin fianza de los tres policías, Vicente Panuelos, Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda, dada la gravedad de las pruebas acusatorias que obran en poder de la fiscalía, que los acusa de haber asesinado a Diego y de haber preparado pruebas falsas para acusarlo de narcotráfico, tal y como informa la familia del coruñés. En concreto, la policía aseguraba que Bello era un narcotraficante de alto valor que disparó primero a los agentes cuando se dio cuenta de que les había vendido droga en una operación encubierta. Pero Bello nunca figuró en la lista de personas relacionadas con el narcotráfico elaborada por el ayuntamiento de la localidad.
El juez encargado del caso ha ordenado la celebración de una vista por videoconferencia con las partes para el próximo 1 de marzo. Casi un año después de la orden emitida de búsqueda y captura, los allegados de Bello tienen noticias esperanzadoras. En septiembre la directora ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos, Caroline de Guia, criticó la “lentitud” de la policía en la captura de los acusados y la madre del fallecido, Pilar Lafuente, se desplazó a Madrid para reunirse con el cónsul filipino Eric Valenzuela, quien prometió celeridad.
Es un paso más para llegar al objetivo que nos marcamos desde siempre: lograr justicia para Diego
El tío de Bello, Francisco Lafuente, explica que esta noticia supone un paso más “para llegar al objetivo que nos marcamos desde siempre: lograr justicia para Diego”. La familia del coruñés fallecido, dice, está contenta por este avance. Con el inicio del proceso en marzo, el entorno del joven espera que se celebre un juicio en el que se muestren todas las pruebas y se dicte una sentencia.