Silvia Cupeiro nació en el año 2004 de la mano de Silvia, una mujer creativa y amante del diseño. En el año 2013 se incorpora Ana García, que se encarga de la parte administrativa y de las redes sociales, y entre las dos, le dan la vida a lo que hoy es el Atelier.
Cuentan con una colección muy pequeña, donde cada año sacan cuatro o cinco modelos diferentes. A partir de ahí y teniendo en cuenta que cada novia es única, adaptan cada vestido a la esencia y estilo de cada una de ellas. Para Silvia y Ana es importante que la futura novia sea parte del proceso creativo, para ayudarlas a crear el propio vestido, seleccionar los tejidos y encajes o combinar cuerpos y faldas.
“Vienen las novias al Atelier, les enseñamos nuestros diseños y de cada uno de ellos salen muchos modelos diferentes, porque podemos hacerles modificaciones. Incluso, si no hay nada que realmente les convence, les hacemos un boceto desde cero, viendo un poco como son ellas, como visten, lo que buscan, cómo va a ser su boda e incluso, en el entorno en el que va a realizarse. A partir de ahí vamos trabajando y si les encaja, lo ponemos en marcha”, afirma Silvia.
Para confeccionar uno de sus vestidos, recomiendan que la novia visite el Atelier con cuatro o cinco meses de antelación: “en temporada alta necesitamos que vengan con algo más de tiempo, con cuatro o cinco meses sería suficiente. En temporada baja, con dos meses podría llegarnos el tiempo para confeccionar un vestido desde cero, pero esto no es lo normal”, destacan.
Desde Silvia Cupeiro intentan darle a sus clientas las máximas facilidades: “imagínate que una novia quiere que nosotras le hagamos el vestido pero vive fuera y solo viene dos veces al año, una de ellas en Navidad y otra, antes de la boda. Nosotras lo que hacemos es realizar la primera prueba en Navidad y en los meses siguientes vamos dejando todo listo para cuando ella esté aquí. Sabemos que unos días antes de la boda ella estará disponible y esos días se los vamos a dedicar en exclusiva a ella”, afirma Ana.
Les gusta escuchar a las novias y durante el proceso descubren sus historias de amor. Desde el Atelier quieren poner en valor la humanidad y el contacto con la clienta: “las novias confían plenamente en nosotras para uno de sus días más especiales. En el proceso de creación del vestido vamos conociendo a esa persona y es lo que le da valor a nuestro trabajo y lo que realmente nos gusta”.
El Atelier presenta un ambiente cálido, acogedor y muy familiar, siendo su objetivo principal que las clientas salgan seguras, confiadas y encantadas con nuestro trabajo: “con la novia siempre viene la mamá, o una hermana, una amiga e incluso, las entrañables abuelas. Es maravilloso ver como las abuelas desde la primera prueba ven bonitas a sus nietas. Ojalá pudieseis ver los ojitos que les ponen, gracias nuestro trabajo lo podemos vivir, y es magnífico”.