Ucrania pedirá este martes en la novena reunión del formato Ramstein en Bruselas ayuda a sus socios para proteger mejor sus cielos, incluida una “plataforma de cazas”, justo cuando advierte de un posible nuevo ataque masivo en el primer aniversario de la guerra el día 24 y Rusia aumenta su presencia en el mar Negro.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, anunció que estará en la capital belga para participar en la reunión de más de 50 países del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, que tradicionalmente se reúne en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania.
“Trabajaremos intensamente con los socios los próximos días. El ritmo es extremadamente alto”, recalcó en Facebook, donde dijo que los principales temas para Ucrania serán “la protección del cielo ucraniano, incluido mediante una plataforma de aviación”.
Reznikov, junto a representantes del Estado Mayor y diplomáticos, pretende impulsar más la llamada “coalición de tanques”, abordar la creación de una reserva fuerte de municiones ante el elevado consumo de proyectiles, además de tratar el apoyo al Ejército en materia de logística, mantenimiento y reparaciones.
También quiere ahondar en los programas de entrenamiento de los soldados ucranianos, que ya entrenan en el Reino Unido en el manejo de los tanques Challenger 2 y en el sudoeste de Polonia el de los tanques alemanes Leopard 2.
El Ejército alemán comenzó su propio programa de instrucción de los Leopard 2A6, que debería estar finalizado a finales del primer trimestre, según indicó ayer la cadena de televisión pública ARD citando a una portavoz del Ministerio de Defensa.
Ucrania espera que este martes sus socios occidentales aclaren el número exacto de tanques que enviarán y el calendario de entrega. Los primeros carros de combate fueron prometidos para finales del mes de marzo.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó en Bruselas que hay que seguir proporcionando a Ucrania “lo que necesita para vencer y alcanzar una paz justa”, al tiempo que indicó que espera “con interés nuevas entregas” de tanques a Kiev.
De momento Ramstein no tiene en la agenda los misiles de largo alcance que tanto pide Ucrania y de los que recibirá algunos de unos 150 kilómetros de alcance de Estados Unidos.
La reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania se celebra diez días antes del primer aniversario de la guerra, para el que Ucrania no descarta un nuevo ataque masivo —el décimo quinto— por parte de Rusia.
La portavoz del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nataliya Gumenyuk, afirmó que este cálculo no se debe solo a que Rusia tiene apego a fechas simbólicas, sino también por la media del tiempo que transcurre entre ataques.
Normalmente, este intervalo es de dos semanas. El último gran ataque con misiles y drones contra la infraestructura ucraniana fue el pasado día 10.
Gumenyuk también señaló que Rusia ha trasladado unos 12 buques, entre ellos dos submarinos portamisiles, al mar Negro, con una salva actual de 16 misiles de crucero Kalibr.
En paralelo, en el terreno, Rusia sigue avanzando de forma constante, pero muy lentamente en algunos frentes, aunque sea solo dos kilómetros en cuatro días, como es el caso de los batallones del Distrito Militar Central, según reconoció una comandante citada por el Ministerio de Defensa ruso en su cuenta de Telegram.
En el Donbás, Defensa aseguró que los mercenarios del Grupo Wagner tomaron la localidad ucraniana de Krasna Hora, ubicada a solo nueve kilómetros de la ciudad estratégica de Bajmut, una información que ya adelantó la víspera el jefe de la compañía militar privada, Yevgueni Prigozhin. De confirmarse, las tropas rusas se han puesto a tiro de la carretera que conduce a Sloviansk, una de las principales plazas militares en el este del país.
La conquista del Donbás es el objetivo declarado del Kremlin, pero ayer el líder checheno, Ramzan Kadirov, aseguró que para garantizar la seguridad de Rusia debería tomar las ciudades clave de Odesa y Jarkov.