Calviño y Montero van a la compra

La coalición de gobierno no está pasando precisamente por sus mejores momentos. Las guerras internas, a pesar de que aún no se atisba la ruptura, se han recrudecido y buena prueba de ello ha sido lo ocurrido esta última semana. No sólo hemos asistido a la reprobación del ministro Marlaska con la “ayuda” también de los socios, a duros cruces de acusaciones a cuenta de la llamada “ley del sólo sí es sí” y también de la de bienestar animal. Además, el área económica ha enfrentado duras preguntas sobre la cesta de la compra y la escasísima repercusión que la bajada del IVA aprobada desde el 1 de enero ha tenido sobre ella.


Durante el año pasado, el aumento de los precios de los alimentos fue según datos del INE del 15,7%, el promedio de la mayoría de los productos beneficiados por la rebaja impositiva subió un 21,1% y representan en media el 39% del gasto anual realizado por los hogares. Según un estudio publicado por Funcas, los hogares con mayor capacidad económica gastan en los alimentos afectados por la rebaja del IVA alrededor de 2,7 veces más que los más vulnerables y por tanto el ahorro es creciente en función de la renta y oscila entre los 22,6 euros y 62,2 euros, aunque en términos relativos, los más favorecidos son los hogares con menor renta. Como la estimación del coste de la rebaja del IVA para los 6 meses que estará en vigor será de 803 millones de euros para el Gobierno y de algo menos, en torno a los 700 millones para Funcas, el ahorro medio por hogar será de entre 35 euros y 40 euros.


Una cantidad ridícula teniendo en cuenta el coste de la cesta de la compra y la subida media de los salarios. Si además añadimos que aún no se ha puesto en marcha el mecanismo de petición del cheque alimentos de 200 euros, cuyas condiciones va a dejar a muchas personas fuera y que son apenas 17 euros al mes, podemos tachar de tomadura de pelo que tanto la vicepresidenta económica como la ministra de Hacienda, Montero, hayan querido contarnos que hacen la compra y que ellas sí notan y mucho la bajada del IVA y eso que Calviño, por ejemplo, compra hasta productos frescos, cuando muchos españoles se están viendo obligados a tirar de congelados. Un rasgo más de la falta total de credibilidad que destila este Gobierno que sin duda está en tiempo de descuento.  

Calviño y Montero van a la compra

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