Personalidades de la política, el cine y la música, amigos y ciudadanos anónimos han arropado este lunes a la viuda y los siete hijos de Carlos Saura, fallecido el pasado viernes a los 91 años, en la capilla ardiente instalada en la sede de la Academia de Cine, que hace dos días le concedió su Goya de Honor de forma póstuma.
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez y los ministros de Cultura, Miquel Iceta, y Educación, Pilar Alegría; cineastas como Pedro Almodóvar, Jaime Chávarri o Manuel Gutiérrez Aragón, actores como Javier Cámara, Imanol Arias, Manuel Zarzo o Andrés Pajares y cantantes como Massiel e India Martínez han pasado a lo largo del día por el velatorio del cineasta aragonés.
La capilla abrió sus puertas pasadas las 12 del mediodía y poco después empezaron a sonar los tambores de Calanda, con diez miembros de esta cofradía en el escenario, junto al féretro y a la familia en pleno del director de "Peppermint Frappé", película por la que obtuvo su segundo Oso de Plata del Festival de Berlín y en la que aparecían estos tambores.
La escenografía se completaba con un bucle de fotos proyectadas en una gran pantalla, una silla de director con una flor roja, un sombrero que utilizaba y unas gafas, así como una cámara de fotos que hizo él mismo, uno de sus "fotosaurios" -realizados con dibujo y pintura sobre fotos- y la escultura del Goya de Honor.
Su viuda, la actriz Eulalia Ramón, aseguró que "se ha ido a lo grande, como se merecía" y trabajando hasta el último momento. "No era ese señor serio que parecía", afirmó, tras agradecer todas las muestras de cariño que está recibiendo la familia.
"Se fue de una forma muy bonita, muy en paz, muy él y lúcido hasta el final (...) y aunque estemos muy tristes, queremos celebrar la vida que ha tenido, tantas cosas como nos ha dado, películas y vida, y una lección de fortaleza, dignidad y lucidez hasta el final".
Uno de los primeros en llegar al velatorio fue Pedro Almodóvar, quien destacó de Saura que fue "un grandísimo maestro" y que supo "reinventarse", adentrándose en un género musical inexplorado hasta entonces. También subrayó que se inició como cineasta en plena dictadura cuando filmó "varias obras maestras".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que llegó acompañado del ministro de Cultura y permaneció media hora hablando con la familia, dijo que "si el cine y la cultura representan el alma de una sociedad, Carlos Saura, con todo su trabajo y su obra, lo que hizo fue ensancharla y engrandecer el alma de nuestro país".
Para Iceta, su muerte en víspera de la gala de los Goya en Sevilla, donde iba a recibir su Goya de Honor, propició "una despedida por todo lo alto, como merecía" un director como él que ha sido "maestro de muchos cineastas".
El presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite, destacó que fue "uno de los mejores directores y escritores de la historia del cine español, que en los 70 nos representaba en los festivales de Berlín o Cannes y siempre volvía con premios".
Su predecesor en el cargo, Mariano Barroso, dijo que Saura "modernizó el cine español definitivamente, lo internacionalizó", y recordó una frase suya que le marcó, decía que "le gustaba insistir en sus errores porque estaba convencido de que en ellos estaba su verdadera personalidad".
La cantante India Martínez, que el próximo miércoles estrena en Madrid el espectáculo "Lorca por Saura", en el que colaboró con él, dijo sentirse orgullosa de pasear su legado "por todos los escenarios posibles".
En el interior de la capilla, de forma espontánea Martínez emocionó a los ahí presentes cantando unos versos de "Al alba" de Luis Eduardo Aute mientras sostenía las manos de la viuda, Eulalia Ramón.
Imanol Arias destacó su gran aportación al cine folclórico y musical. "Ayer en Sevilla la gente del flamenco estaba triste porque ha muerto un flamenco, que no se llamaba Josito ni Pepito, se llamaba Carlos Saura y era aragonés", señaló.
Javier Cámara, que llegó con una cámara fotográfica colgada al cuello que recordaba al propio Saura, siempre con la cámara encima, agradeció ser uno de sus coetáneos y "poder seguir disfrutando" de un "autor total que no pasó dos veces por el mismo lugar nunca" y que "va a ser un referente durante muchos años para muchos".
Fernando Colomo, que estaba trabajando con Saura en un guion, señaló que se trata "del gran director del cine español" y "un creador tremendo" y Daniel Guzmán le recordará como "un cineasta libre" y "alguien único que nunca se quedó en un lugar común".
La ministra de Educación, Pilar Alegría, aragonesa como Saura, lamentó la pérdida "de uno de los grandes maestros de los siglos XX y XXI", mientras que la directora del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, Beatriz Navas, despidió a una "figura de la cultura mundial" a la que Filmoteca dedicará un homenaje.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, la consejera de Cultura de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, el productor Gerardo Herrero o el cómico Pedro Ruiz fueron otras de las personalidades que acudieron a rendir homenaje póstumo al director de títulos tan emblemáticos como "Cría cuervos", "¡Ay Carmela!" o "Flamenco".
Saura conquistó a lo largo de su trayectoria reconocimientos internacionales como el Oso de Plata al mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín, por "La caza" y por "Peppermint Frappé", o el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes por "La prima Angélica".
El Consejo de Ministros le concederá mañana martes la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio por "su indiscutible contribución a la cultura y el arte españoles" y por ser "uno de los grandes artistas esenciales de la historia de España".